¿Qué hace a los emprendedores exitosos? ¿Hay una
personalidad emprendedora? Existen estudios que dicen que sí y que se han
detectado ciertas características que distinguen a los emprendedores de éxito.
Veamos algunos de ellos. La orientación al logro, la primera, se refiere a que
los emprendedores buscan realizar tareas desafiantes, son responsables con lo
que hacen y se comprometen. Además de ser permeables a los consejos y
sugerencias.
Otra de las características es que están convencidos de que
los resultados dependen de uno más que de cualquier circunstancia. No esperan
más que de su esfuerzo los resultados en sus emprendimientos. De esa manera
muestran alto grado de autonomía: soy mi propio jefe, construyen redes de apoyo
para crecer y trabajar juntos. Buscan apoyo de amigos, familiares, mentores,
asesores y todo el apoyo que sea necesario para el logro de los resultados de
la empresa.
Son esencialmente optimistas y están dispuestos a aprender
cualquier cosa si así se lo proponen. Presentan gran habilidad para el logro de
sus objetivos. Es decir, presentan un alto grado de autoeficiencia. Buscan
concentrarse más en la oportunidad y no en el problema. Son, además, tolerantes
con el riesgo.
Todas estas y, seguramente otras más, son características
deseables y procure reflexionar sobre ellas. De mi experiencia puedo decir que,
gracias a que el mundo de la empresa es tan amplio, existe un negocio para cada
personalidad: las actividades de alquiler, las representaciones, las
franquicias, las empresas innovadoras y de rápido crecimiento; entre otras.
Así la tarea inicial no sólo es, entonces, buscar una buena
idea. Es necesario ver el tipo de emprendimiento que se acomode más a mis
características personales. Por ejemplo, el que compra una franquicia es un
empresario que debe cumplir los estándares definidos por el franquiciante. Es
decir, como que no hay margen para la iniciativa propia o, en todo caso,
muy poca. En este sentido: las actitudes emprendedoras del franquiciado deberá
ser más parecidas a la de un empleado eficiente que al de un emprendedor
innovador. Este es un claro ejemplo de
que el mundo de los negocios es muy amplio. Por último si alguno de las formas
conocidas de hacer empresa no se ajustan a la idea que usted tiene, puede crear
un modelo que se acomode a su personalidad.
Pero recuerde que estamos hablando de los negocios de
sustitución de ingresos. Estos por su tamaño y gestión son realmente sencillos
de manejar y muy buenos para ir conociendo y practicando la personalidad
emprendedora. Así, en nuestro negocio, nuestro laboratorio podremos ir
desarrollando estas características (las características que distinguen a los emprendedores
exitosos) como parte del entrenamiento que les propongo: el entrenamiento de
“aprender haciendo”.
El entrenamiento de emprendedores no es un proceso de saber hacer
algo, necesariament, o de conocer procedimiento y conceptos. Es práctica. Es creación.
Es validar ideas, supuestos. Es detectar problemas y atenderlos, resolverlos.
Es atender necesidades y crear las organizaciones más eficientes para tales
fines.
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